-El Público- no es una obra de teatro. A nadie le puede gustar el público. no es eso lo que pide o lo que exige el texto. -El Público- es una obsesión,  un camino de conocimiento,  una puerta que uno abre,  provisto de todas las máscaras que alguien invisible nos  arrancará en cuanto crucemos el umbral.  con los ojos nuevos veremos nuestras angustias y deseos,  nuestros miedos y nuestras cobardías,  nuestras justificaciones y nuestra amputada capacidad de amar con libertad a Julieta,  o a una roca,  o a un marinero,  o a un mapa.  todo ello expresado a ritmo de pulso,  dibujado con hilillos de sangre,  escrito de bies para que podamos verlo de frente,  oscuramente para que podamos ver con claridad,  con palabras e imágenes que nos explican lo inexplicable,  conservando el misterio de aquello que el hombre no puede conocer,  pero dejando una huella sobre los sellos sagrados.

 

Todo esto y  muchas cosas más me volvieron a la conciencia cuando entré en el taller de Xtóbal -Christophe Faghel Berville-  (¿una casualidad que fuera un antiguo teatro? ¡no lo creo!),  donde desde tablas de grandes dimensiones me iban llegando imágenes y colores provenientes,  sin duda,  de esa oscura raíz,  sin la cual Federico no te permite acercarte a su obra,  tablas casi inhumanas,  pintadas con los brazos abiertos para poder abrazar a todo el ser humano,  dejando salir los caballos propios para que se enamoren y se coman el pelo azul y los ojos claros.  imágenes esculpidas y pintadas desde la verdad,  o por lo menos desde una verdad con las manos llenas de vida.

 

Lluis Pascual.

Barcelona, 3 de junio de 1998.

Catálogo -El Público- by Xtóbal